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cine y sexualidad (última parte)

Cine y sexualidad (última parte)

por el Lic. Andrés Moltedo Perfetti



Pamela Anderson1990-1999:
Las mujeres se mantienen delgadas, aunque la talla del busto aumenta, surge una nueva Marilyn Monroe (teñido y operaciones incluidas): Pamela Anderson, cuya página oficial en la Internet es el sitio más visitado. El modelo masculino sufre cambios. El modelo musculoso pierde preponderancia y se une al modelo cuasi indiferente tipo Gable y se transforma en el actual tipo Bruce Willis o Mel Gibson (guardando las proporciones histriónicas). Sin embargo, como norma casi general, el hombre vuelve a perder su calidad de macho recio (tipo "Magnum") y pasa a ser más delicado, más sensible y comprensivo ("Los puentes de Madison"), y es incluso capaz de amar a una mujer hasta después de muerta ("Sintonía de amor").


Van desapareciendo los modelos tipificados como grandes galanes y conquistadores, ahora se trata de hombres que pueden compartir la vida de igual a igual con las mujeres, participar activamente de la crianza de los hijos y otras tareas. Si bien estos papeles ya aparecían en otras décadas anteriores, ahora el varón vive esta situación sin gran conflicto (al menos aparentemente). Este hombre ya está acostumbrado a compartir con mujeres que en el trabajo pueden ser iguales o superiores a él (al menos en teoría).

Mel GibsonAsí como desaparecen los modelos varoniles, surgen modelos masculinos de gran belleza física, incluso con rasgos femeninos (Phoenix, Pitt, Di Caprio), con rostros infantiles, apelando al instinto materno y de protección. En "Conoces a Joe Black" (1999), Brad Pitt encarna a la muerte, que decide conocer el mundo, para lo cual toma posesión del cuerpo de un recién fallecido.

Es un inocente, que es iniciado sexualmente por una mujer. Este auge de los hombres con rasgos femeninos, puede ser atribuido a la disminución de la tasa de natalidad, a la tendencia mundial a considerar a las características faciales femeninas como más atractivas que las masculinas[1], o simplemente a la característica histérica de muchas mujeres que prefieren varones-niños (que probablemente no tienen intereses sexuales con ellas, como sí lo tendrían los hombres adultos).

La mujer, sin perder contacto con la maternidad, tiene ahora otros horizontes y expectativas, ya no es estudiar en la universidad, ya no es trabajar, ahora es triunfar en el ámbito laboral. La mujer, se encuentra muchas veces en una situación conflictiva, por una posible o presunta incompatibilidad de los roles materno y laboral. Debe sacrificar parte de su tiempo para poder ser madre ("¿Quién llamó a la cigüeña?" o "Un día muy especial"). El éxito laboral, puede llegar a corromper a las mujeres a tal punto, que puede hacerlas cometer actitudes o comportamientos típicamente criticados a los hombres, tal como sucede en "Acoso sexual" (donde Demi Moore, acosa a Michael Douglas).

La pareja vive dificultades menos estereotipadas y más reales que en décadas anteriores. A menudo, los argumentos ya no tienen relación con el período del enamoramiento y del galanteo anteriores al "y vivieron felices para siempre", sino con lo que sucede después de ese final; las películas entran a centrarse en las dificultades cotidianas para mantener viva la relación. Es así como los problemas en la comunicación pasan a ser muchas veces temas centrales de los argumentos. Un hombre que trate a las mujeres como Valentino, Bogart, u otros idealizados galanes, podrían tener éxito en cuanto a la conquista, pero actualmente, les sería casi imposible mantener una relación exitosa a largo plazo[2].

Las separaciones y relaciones de convivencia se vuelven cada vez más aceptadas, en la medida de que muchas veces dejan de ser tema central de las películas, para ser el inicio de la trama (ejemplos de los últimos meses: "Un día muy especial" y "Tienes un e-mail"). Es así como muchas películas comienzan con parejas que ya existen y que pelean para sus componentes encontrar nuevas parejas.

Un clásico de las relaciones de pareja de los noventa lo constituye "Cuando Harry conoció a Sally", una revisión longitudinal de las etapas por las que van pasando dos personas, desde que se conocen hasta que se casan años después. Harry manifiesta una teoría escondida por años en la mente de los hombres: no se puede ser amigo de las mujeres, porque siempre se tendrán intereses sexuales. Ese resabio animal que impulsa la transmisión de la simiente en el mayor número de hembras posibles. Sally, por su parte, expone un hecho secreto de las mujeres, el fingimiento de los orgasmos.

Las grandes historias de amor idealizado de esta década son: "El paciente inglés" (1996) y "Titanic" (1997), en donde se aprecia la lucha entre la fidelidad y el compromiso al marido o al novio, y el amor verdadero pero imposible. En ambas pragmáticamente se elige la satisfacción de los impulsos del momento, a diferencia por ejemplo de la clásica "Casablanca".

CONCLUSIONES

Como regla general, se puede afirmar que los roles masculino y femenino, así como la relación de pareja en sí, se van haciendo cada vez más reales, variados y menos estereotipados.

El rol masculino, de manera paulatina ha ido cambiando una  dirección constante. Los hombres pierden esa plenipotencialidad inicial y van demostrando cada vez más su lado humano, ya no son infalibles cazadores de mujeres, se trata de compañeros en los que confiar en la provisión de dinero, así como en las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. El modelo masculino cambia desde el vividor, tahúr, y aventurero Bogart/Gable al hogareño, fiel y amoroso Tom Hanks.

De la misma manera, la heterosexualidad ya no es la única y lógica opción masculina. Sin embargo, esto ha significado que las expresiones de cariño entre protagonistas masculinos hayan disminuido, casi exclusivamente a personajes homosexuales. Al mismo tiempo, la expresividad emocional y afectiva hacia las mujeres ha aumentado considerablemente.

El rol femenino ha tenido cambios más abruptos y pendulares que en el caso del rol masculino. Sin embargo, como conclusión general se puede decir que las mujeres pierden su dicotomía inicial, entre las buenas (y elegibles) y las malas. Dejan de ser pasivos objetos de conquista, transformándose en una persona más independiente, con mayor poder de decisión, ya sea con la pareja (muchas veces son ellas las que deciden si iniciar o no una relación), el trabajo, los hijos y consigo misma.

La homosexualidad femenina es un tema que está un poco de lado, ya que al menos masivamente la expresión de afecto entre las mujeres es mejor tolerada que entre los hombres. Además, muchas veces, es vista no como una actividad lésbica, sino que como una suerte de cat fight.

La pareja ya no es una sentencia para toda la vida, existen otras posibilidades menos formales de relacionarse. Deja de ser una relación en donde el varón se dedica a los proyectos externos y las mujeres a los internos y a apoyar las actividades del marido. Ahora para tener éxito, es necesario el apoyo mutuo en las tareas.

Varones y mujeres llegan con el mismo grado de experiencia (en todos los ámbitos de la vida) al momento de establecer una relación de pareja. Los dobles mensajes y los doble estándar paulatinamente se han ido constituyendo en una situación obsoleta (al menos en el cine).

La naturalidad y espontaneidad con la que se abordan los temas individuales y de las parejas, ha acercado a los espectadores a las imágenes, favoreciendo la identificación por sobre la ensoñación.

De todos los géneros cinematográficos, quizás el que menos cambios ha tenido durante la historia es el del romance ciento por ciento puro: aquel continuador de las tragedias griegas, de "Tristán e Isolda" o de "Romeo y Julieta". Se trata de las historias de amor idealizadas que siguen, mostrando el ideal de cómo debería ser la relación. Claramente se puede trazar una línea evolutiva que va desde "Lo que el viento se llevó" (por señalar arbitrariamente un punto de partida), y que pasa por "Doctor Zhivago", "De aquí a la eternidad", "Love story", "El paciente inglés", hasta "Titanic". Películas en donde la mayor evolución sin duda la constituye la progresiva disminución de la preponderancia masculina. En todas, existe una cierta circunstancia histórica ("Love story" se escapa un poco) que sirve de gran marco para que dentro de la dificultad del devenir humano, los sujetos se den cuenta de qué es lo verdaderamente esencial de la vida: el amor.

Sin embargo, este amor no nace a primera vista, por lo común se trata de personas que en un principio no se caen muy bien, o definitivamente se odian. Característica que este género comparte don las novelitas rosa… se pasa del odio al amor. Los protagonistas, a pesar de ese odio, aprenden a conocer y a querer al otro, porque éste es realmente alguien especial para ellos y el destino (o alguna otra explicación) lo ha puesto en el camino. Es absolutamente inevitable que pase algo entre ellos. Acorde con los tiempos, los cosas que facilitan que los amantes se junten a pesar de la imposibilidad inicial, irá variando con las épocas. En "Lo que el viento se llevó", Scarlett queda viuda todas las veces que sean necesarias hasta casarse con Rhett. En "El paciente inglés", la protagonista le es infiel a su marido, o en "Titanic", el traicionado es el novio.

Sin embargo, pareciera ser que el amor, para que sea un amor verdadero, trascendente y duradero, debe finalizar trágicamente. Ya sea por enfermedad, accidente, guerra, u otras circunstancias, el sino debe cernirse sobre los amantes. Debe terminar en tragedia[3]. Como excepción estaría "Lo que el viento se llevó", en donde Rhett abandona a Scarlett. En "Casablanca", que también puede ser incluida por compartir ciertas características, Rick se sacrifica en nombre del amor y del deber.

BIBLIOGRAFÍA

1. Black, Gregory. "Hollywood censurado", Cambridge University Press, primera edición, 1998.
2. Flores Colombino, Andrés. "Sexo, sexualidad y sexología". Editorial Humanitas, primera edición argentina, 1996.
3. López, Julio. "Las mejores películas de todos los tiempos", Ediciones Pantalla Grande, primera edición, 1995.
4. López, Julio. "Grandes películas populares", Ediciones Pantalla Grande, primera edición, 1997.
5. Maccoby, Eleanor. "Identidad genérica y adpción del rol sexual", en Katchadourian "La sexualidad humana. Un estudio comparativo de su evolución", Editorial Fondo de Cultura Económica, tercera reimpresión, 1993. Páginas 229-240.
6. Masters, William; Johnson, Virginia; Kolodny, Robert. "La sexualidad humana, tomo 2", Editorial Grijalbo, séptima edición, 1987.
7. Money, John; Ehrhardt, Anke. "Desarrollo de la sexualidad humana", Ediciones Morata, primera edición, 1982.
8. Moya, M. "Los roles sexuales", Universidad de Granada, 1986.
9. Nature, 1998. 884-887.
10. Papp, Peggy. "Prigionieri del ruolo sessuale", en Andolfi, Maurizio; Angelo, Claudio; Saccu, Carmine. "La coppia in crisi", Istituto di Terapia Familiare, primera edición, 1988.
11. Spence, J; Helmreich; R; Stapp, J. "Rating of self and peers of sex roles attributes and their relation to self-eseem and conceptions of masculinity and feminity", Journal of personality and social psychology, 1975, 32: 29-39.

[1] Nature, 1998. 884-887.
[2] Sin embargo, los criterios de que una pareja exitosa es aquella que se mantiene en el tiempo están siendo sujetos de revisión. Además, sin lugar a dudas que la naturaleza humana es tan variada, que todavía más   misógenos pueden encontrar y establecer parejas duraderas y estables.
[3] Otros ejemplos: "La dama de las camelias", "África mía", "Ghost", etc