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EL ESTRÉS Y LAS DISFUNCIONES SEXUALES (Parte 2)

EL ESTRÉS Y LAS DISFUNCIONES SEXUALES* (Parte 2)


“La mejor parte del día es cuando me acuesto. Me duermo y comienza la fiesta”.
Federico Fellini, citado por John Baxter (“Fellini”, New York, 1984)

“He sido Rey mientras dormía, al despertar no ha quedado nada”.
William Shakespeare, Sonetos

 

 
Fussli, Pesadilla

ACTIVACIÓN DISFUNCIONAL

En las reacciones al estrés (adaptadas de los artículos del Dr. Daniel Sildelski, en www.sexovida.com ) podemos detectar en un individuo lo que se da en llamar una activación disfuncional:

Mirada hiperalerta: -Puede haber dificultad para leer (enfocar de cerca).

Cuello tenso: - Cefaleas tensionales, contracturas, mareos, cefaleas

Espalda tensa: - Dolores, contracturas.

Trastornos auditivos: - Acúfenos, mareos, vértigos (oído interno)

Laringitis: - Disfonía, afonía

Cardiovascular: - Taquicardia, palpitaciones, hipertensión arterial

Pulmones: - Disnea, hiperventilación

Brazos y piernas: - Calambres, contracturas, temblores

General: - Escalofríos, sudoración

Sistema digestivo: - Nauseas, vómitos, diarreas, cólicos, acidez, sequedad de boca.

Sistema urinario: - Deseos de orinar, polaquiuria

Área sexual: - Dificultades en la erección (impotencia), deseo
sexual hipoactivo (DSH), anorgasmias - Dispareunia (dolor o molestias en la penetración)

Sistema endocrino: - Aumento de glucemia y lípidos en la sangre, hiperprolactinemia, problemas tiroideos, entre otros

REACCIONES EMOCIONALES

• ANSIEDAD: Se manifiesta básicamente como:

• Necesidad de pasar a la acción
• Inquietud, nerviosismo
• Necesidad de que “algo” suceda, que acabe la “espera”

• ANGUSTIA:
• Sensación de que uno será superado por la situación
• Opresión en el pecho.
• Deseos de llorar.
• Nudo en la garganta.


• ENOJO/IRA:
• Irritabilidad, furia descontrolada.
• Deseos de gritar, golpear, insultar.

• TEMOR:
• Miedo, deseo de partir y dejar todo.
• Pánico, “parálisis”. Preocupación excesiva. Dificultad para tomar decisiones y para concentrarse.

REACCIONES CONDUCTUALES

• Llanto fácil

• Realización de movimientos repetitivos :

• Movimientos rítmicos de manos y piernas
• Rascarse
• Tocarse
• Repiquetear

• Incremento de actividades como:
• Fumar
• Comer
• Beber

• Moverse y “hacer cosas” sin finalidad concreta (como un “león enjaulado”)

• Dificultad para expresarse verbalmente ( puede aparecer tartamudeo)


También se producen alteraciones en el sistema inmunitario, en la coagulación de la sangre, en la fluidez de las membranas celulares, en el endotelio (produciendo disfunción endotelial); principalmente si la activación se prolonga en el tiempo.


EJE CÓRTICO-LÍMBICO-HIPOTALÁMICO-HIPOFISOADRENAL (CLHPA)

Hay varias hormonas involucradas a las reacciones ante el estrés, como un sistema de respuesta al afrontamiento, el aprendizaje y la conducta emotiva.

1. Hormona liberadora de corticotrofina (CRH), es el principal mediador neuroendocrino en la respuesta al estrés, genera reacciones de ansiedad, pérdida del apetito, disminución de la respuesta sexual, agresividad, trastornos del sueño, inmunosupresión.

2. Vasopresina (VP), también llamada Hormona antidiurética (ADH), se la considera fundamental en la mediación a la respuesta al estrés. Podría influir sobre la memoria, los periodos REM del dormir y el equilibrio hidrosalino.

3. la DHEA (dehidroepiandrosterona), hay valores disminuidos en el estrés agudo y en la depresión. La DHEA previene de los efectos de los corticoides en el estrés.

4. Glucocorticoides, aumenta en el estrés a expensas de la activación del eje.

5. Prolactina, aumenta en el estrés y su acción inhibiría a la LH y a la testosterona

6. Adrenalina y cortisol, aumentados.

Además hay distintas zonas cerebrales involucradas en estas reacciones, como el hipocampo, el locus coeruleus, sistemas serotonérgicos (además de los adrenérgicos).

LOS PROBLEMAS HORMONALES

El sistema endocrino está comandado por una glándula central, la hipófisis, que está en la base del cráneo y segrega hormonas que, vertidas en la sangre, actúan a distancia provocando la estimulación de otras glándulas (tiroides, suprarrenales, testículos y ovarios). Las hormonas que incentivan el deseo, primera fase de la respuesta sexual, son los andrógenos (la testosterona y la dehidroepiandrosterona -DHEA-) producidas en el hombre en los testículos y en las suprarrenales, y en la mujer en estas últimas y en los ovarios. En la hipófisis hay dos hormonas (LH y FSH) que incentivan la producción hormonal de andrógenos (testosterona) y de espermatozoides. La hipófisis está íntimamente relacionada con el sistema nervioso central (específicamente con el llamado hipotálamo, que se conecta a su vez con la corteza cerebral) y así se entiende el mecanismo por el cual los factores de estrés pueden incidir en la disminución de la testosterona circulante. Cuando disminuye la DHEA puede ocurrir lo mismo. Si estas hormonas mantienen un nivel constante en la sangre incentivan el apetito sexual, pero cuando bajan a niveles inferiores del estándar puede producirse una disminución en el deseo y en la erección: en estos casos, es obvio que se debería suministrar testosterona (en gel, oral o inyectable) o gonadotrofinas (que estimulan al testículo) para que se eleven las cifras en sangre.

DHEA, también llamada la Hormona Madre (Mother Hormone), es un paso intermedio en el metabolismo de la testosterona y de los estrógenos. Se le está prestando mucha atención por sus múltiples aplicaciones. Como síntesis de lo que se ha investigado sobre ella sabemos que:
  • los niveles de DHEA son más altos entre los 20 y los 30 años y caen cerca de un 20% en cada década.
  • es producida por los testículos, en la corteza de las suprarrenales y en los ovarios.
  • está involucrada en la producción de estrógenos y testosterona.
  • produciría un descenso del colesterol y de los triglicéridos.
  • ayuda a prevenir un balance negativo del nitrógeno y la pérdida de masa muscular frecuentemente asociada con el proceso de envejecimiento.
  • el funcionamiento renal estaría influenciado por su acción.
  • restablece el balance (homeostasis) mineral con normalización del potasio, el magnesio y el calcio (previene la osteoporosis).
  • tendría un efecto neurotrófico a nivel cerebral (con mecanismos antiapoptosis y neuroprotectores).
  • estaría asociada con distintas funciones del organismo, incluyendo energía, libido, respuesta eréctil, aumento de las defensas.
  • podría ser de utilidad cuando el deseo sexual disminuye en varones y mujeres.
  • da mayor tolerancia al estrés.
  • algunos afirman que retarda el envejecimiento (antiaging).

En las respuestas del organismo al estrés habría que volver al concepto freudiano de series complementarias, donde hablaba de factores genéticos, las experiencias infantiles y los hechos desencadenantes de la vida. De la interrelación entre las distintas series es que uno podría entender la aparición de un cuadro. O sea que, Freud, vislumbraba los aspectos biológicos, sociales, psicológicos desde la primera edad hasta las etapas posteriores a ella.
Charles Nemeroff retoma de alguna manera estos conceptos cuando habla del fenotipo vulnerable (la vulnerabilidad que podemos padecer por nuestra carga genética).

Este fenotipo se caracterizaría por:

• aumento de la actividad límbico-hipotalámica-hipofisaria
• tono adrenérgico aumentado
• mayor tenor de los fenómenos neurotóxicos
• menor neurogénesis

Si tenemos una carga genética de vulnerabilidad y padecemos traumas, estrés cotidiano, amén de las crisis vitales, hay aumento de CRH que traerá aparejado cambios con hiperactividad del eje córtico-hipotalámico-hopofisario (incluido el eje gonadal) y aumento de la actividad del sistema nervioso autónomo. A su vez pueden ocurrir alteraciones en los patrones de conducta, ansiedad, depresión, DSH.
En este esquema Nemeroff da importancia a los antidepresivos, a la psicoterapia y a los antagonistas de la CRH.

Para Richard Lazarus (1966) el estrés sería "el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquél como amenazante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar".

*Dr. Adrián Sapetti, médico psiquiatra, sexólogo clínico.

Nota Del editor: debido a la extensión del artículo ha sido dividido en 3 partes, la última de las cuales será alojada en próxima entrega.