por el Dr. Juan Emilio Vidales
Consideraciones generales La palta es una planta milenaria cuyo origen se reconoce en América Central y México, paÃs éste último que le dio el nombre de aguacate (voz derivada de la palabra nativa aocatl ó ahuacatl, que significa testÃculo).
Es, sin embargo, un fruto femenino (bien sugiere el Dr. Sapetti que tiene una forma uterina), de textura suave y sabor delicado. Los conquistadores españoles lo llevaron a Europa y le propagaron fama de estimulante y afrodisÃaco.
CientÃficamente es la Persea GratÃssima ó Americana, planta dicotiledónea del Orden de las Ranales y de la familia de las Laureáceas. Actualmente es un cultivo en expansión ya que su fruto ha demostrado poseer valiosÃsimas propiedades alimenticias, destacándose su alta concentración de proteÃnas y aceites insaturados y la ausencia de colesterol. Geográficamente la expansión comprende numerosos paÃses tropicales del mundo, dónde se destacan diferentes variedades de frutos, a su vez obtenidos de 3 diferentes razas de palta, como la Mexicana, la Guatemalteca y la Antillana. La composición quÃmica de todas ellas es similar como asà también su biodisponibilidad nutricional y es aquà donde se destaca este vegetal, con relación a todo lo conocido, ya que su fácil preparación y su estado natural sin necesidad de cocción hacen que permanezcan intactas todas las concentraciones de vitaminas , minerales y nutrientes que posee.
Cada porción de palta equivale en calorÃas a 50 gramos de pan, a un plato de fideos, a un plato de ensalada de tomate y zanahoria con aceite, o a un huevo relleno, pero en ninguno de los ejemplos mencionados se alcanza el valor bioenergético de éste vegetal, especialmente en lo que se refiere a las proteÃnas, las vitaminas y los minerales. | Asimismo, todo el aceite que contiene la palta es perfectamente asimilable, no contiene colesterol y por el contrario, la ingestión regular de palta favorece el balance positivo entre el llamado "colesterol bueno" (HDL) y el llamado "colesterol malo" (LDL). Este hecho se ve reforzado notablemente por el alto contenido de potasio y el bajo contenido de sodio de la palta, como asà también por su contenido de ácido ascórbico, cobre, manganeso, magnesio, hierro y también calcio. La palta contiene todas las vitaminas liposolubles en cantidades muy significativas respecto de los requerimientos diarios de las mismas, lo cuál la transforma en un alimento de altÃsimo valor biológico. Esto representa un hecho trascendente desde el punto de vista nutricional ya que en general, los alimentos que poseen una proporción de vitaminas y minerales equivalentes, tienen colesterol en su composición. Lo mismo ocurre cuando se balancea cantidad y calidad de unas vitaminas y minerales en detrimento de otros, al preparar una dieta, el colesterol y los ácidos grasos saturados están siempre presentes.
Consumiendo apenas 100 gramos de palta diarios, se obtienen prácticamente el 20% de todas las necesidades de minerales y proteÃnas, aunque en algunos casos como el de la vitamina D, ese requerimiento es cubierto en un 100%.
| Para ejemplificar mejor el valor de la palta comparemos su composición con la del aceite de oliva (recomendado para los problemas cardiovasculares e hipercolesterolemias y dislipemias en general); mientras que 100 gramos de aceite de oliva contienen 14 gramos de ácidos grasos saturados, 72 gramos de ácidos grasos monoinsaturados y 9 gramos de ácidos grasos polinsaturados, la palta tiene 10, 78 y 10 gramos respectivamente, lo que la coloca en mejor posición que aquel ya que además tiene valores nutritivos que ni el aceite de oliva ni la propia aceituna poseen.
En resumen de lo expuesto podemos afirmar que la palta no sólo carece de colesterol, sino que su consumo regular favorece el descenso del mismo y aporta minerales, vitaminas y calorÃas suficientes como para constituirse en un alimento de elección en la composición de una dieta natural. Realmente la palta ha sido dotada de una composición quÃmica notable y de ello están dando cuenta numerosos paÃses del mundo que comienzan a adoptarla en sus programas de alimentación. Dr. Juan Emilio Vidales, Bs. As., Argentina
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