cimicifuga racemosa (Black Cohosh)


Cimicifuga Racemosa (Black cohosh)
Esta hierba ha sido muy bien estudiada en ensayos clínicos en Alemania donde es frecuentemente prescripta para los sofocos ("calores", "tuforadas", "hot flashes") y la atrofia vaginal en la menopausia.
Algunos la recomiendan en tratamientos de 6 meses, incluso alternando con la Terapia Hormonal de Reemplazo.
De Cimicifuga racemosa se utilizan las raíces y rizomas. Se puede indicar en tinturas, comprimidos, cápsulas, extractos fluidos.
Contiene distintas sustancias activas como ser:
  • Fitoestrógenos (estrógenos de origen vegetal)

  • Triterpenos

  • Ácidos palmítico y oleico

  • Fósforo

  • Vitaminas A y B5

  • Taninos

  • Cimicifungina

  • Acteína

Sus usos más frecuentes son:
  • Síntomas de la menopausia (sofocos, insomnio, cambios en el humor, disminución de la lubricación y atrofia vaginal)

  • Calambres

  • Mareos

  • Para el descenso del colesterol y la presión arterial

  • Como alivio de la sinusitis, el asma, y la secreción mucosa

Pero no podemos decir que suplante a la Terapia Hormonal de Reemplazo cuando se la necesita médicamente.

Cimicifuga racemosa mejora los síntomas sexo-genitales de la menopausia

Los siguientes párrafos sobre esta hierba fueron extractados del libro "FITOESTRÓGENOS" de  los Dres. Alberto Nagelberg y Eduardo Mormandi, Grupo Editorial Norma, Bs. As., 2001:

"Se trata de una planta que contiene fitoestrógenos, con flores de color blanco amarillento en forma de racimo, que se cultiva en los bosques de los Estados Unidos y Canadá.

Fue introducida en la medicina americana por los na­tivos que la llamaban "squaw root" (raíz de la India) y la utilizaban para el tratamiento de los trastornos feme­ninos, que incluían la irritación y congestión del útero, cuello y vagina. Con ella aliviaban también las molestias relacionadas con el embarazo, facilitaban el parto y la recuperación ulterior.

También fue usada desde hace muchos años para re­ducir la presión arterial, tanto en Europa como en China, y desde los años "40 en Alemania, para el tratamiento de los síntomas premenstruales y de la menopausia.

Es bien conocido que los estrógenos poseen acciones favorables por sus propiedades para estabilizar el humor y porque evitan la aparición de las tuforadas propias del climaterio. También presentan funciones beneficiosas a nivel óseo, ya que protegen de la osteoporosis. En tanto que son discutidas las ventajas sobre el aparato cardiovascular.

Se conoce actualmente que los estrógenos actúan en dos receptores distintos, llamados alfa y beta, y que por tener diferente distribución en los tejidos, pueden ser es­timulados  selectivamente uno u otro. El útero, por ejemplo, carece del receptor beta, expre­sando solamente el tipo alfa. La cimicifuga racemosa sólo tiene acción sobre los receptores de estrógenos del tipo beta, por lo que no ejerce acción alguna sobre el útero, y conserva la actividad sobre otros tejidos. De este modo, se comporta como un modulador selectivo del receptor de estrógenos, de origen vegetal.

Respecto de los estudios clínicos, recordemos que los síntomas más comunes que expresan déficit de estrógenos consisten en sofocos, sudoración, vértigo y depresión. Muchas de estas molestias se relacionan con una función alterada del sistema nervioso central y de los mecanismos reguladores de la función ovárica.
Ya en 1982, se realizó una experiencia con seiscientas veintinueve pacientes con trastornos menopáusicos, que recibieron el extracto de cimicifuga racemosa, en dosis de cuarenta gotas, dos veces por día, por espacio de seis a ocho semanas. Se observó que a las cuatro semanas, el 80% de las mujeres había mejorado y que al finalizar el período de estudio, algunas pacientes no presentaban más molestias. La tolerancia resultó extraordinaria en la mayoría de las ellas. Sus efectos colaterales son poco frecuentes y se relacionan con la intolerancia gastrointestinal. 
No se recomienda su uso durante el embarazo o la lactancia (donde, por otra parte, no tendría ninguna in­dicación).  En el simposio rea­lizado durante el IV Congreso Argentino de Climaterio, titulado "Fitoestrógenos: nuevas evidencias", uno de los disertantes invitados (Doctor Ricardo Pou Ferrari), indicó que no sería partidario de suministrar la cimicifuga racemosa a pacientes con ante­cedentes de cáncer de mama.

Como todo medicamento, debe utilizarse bajo indicación y supervisión médica, y podría constituir una alternativa a los tratamientos convencionales para los síntomas climatéricos cuando existen contraindicaciones, intolerancia o rechazo a los mismos por parte de las pacientes".



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