DE CÓMO COMPORTARSE EN EL AMOR Y EL SEXO (SEGÚN MOLIÈRE) |
En este breve pasaje de su obra “Las preciosas ridÃculas†el genio de Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673), dramaturgo y actor francés (recordemos que tuvo un ataque actuando en un escenario y muere – con sólo 51 años- apenas lo llevaron a su domicilio), más conocido como Molière, nos da algunas pistas con ironÃa y sapiencia, en voz de Magdelon, para el cortejo y la seducción. Gorgibus, personaje sexofóbico y conservador, lanza anatemas ante estas propuestas.
MAGDELON: -Padre mÃo, aquà está mi prima, que te dirá igual que yo: que el matrimonio no debe nunca llegar sino después de las otras aventuras. Es preciso que un amante, para ser agradable, sepa declamar los bellos sentimientos, exhalar lo tierno, lo delicado y lo ardiente, y que su esmero consista en las formas. Primero, debe ver en el templo o en el paseo, o en alguna ceremonia pública, a la persona de la que esté enamorado, o si no, ser llevado fatalmente a casa de ella por un pariente o un amigo y salir de allà todo soñador o melancólico. Esconderá cierto tiempo su pasión hacia el objeto amado, haciéndole, sin embargo, varias visitas, donde no deje de sacar a colación un tema galante que punce a las personas de la reunión. Después de esto vienen las aventuras, los rivales que se atraviesan ante una inclinación arraigada, las persecuciones de los padres, los celos cimentados en falsas apariencias, las quejas, las desesperaciones, los raptos y todo lo demás. He aquà cómo se ejecutan las cosas dentro de las maneras elegantes, y con esas reglas, de las que no se podrÃa prescindir en buena galanterÃa. Mas el llegar de buenas a primeras a la unión conyugal, hacer al amor tan solo al concertar el contrato matrimonial y empezar justamente la novela por el final, te repito, padre mÃo, que no hay nada más vulgar que ese proceder, y me dan náuseas sólo de pensar en eso. GORGIBUS (el padre, a la hija y a la sobrina): Y a ustedes, pÃcaras, no sé qué me detiene para no tratarlas de mal modo; vamos a ser objeto de mofa y de burla por todo el mundo. Esto es lo que han conseguido con vuestras extravagancias. A ustedes, artistas, causantes de su locura, necios desatinos, perniciosas diversiones de los espÃritus ociosos, de novelas, versos, canciones y sonetos, ¡que se los lleven todos los diablos!
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