Diálogos con Salvador Dalà | |
(Figueras, 1904 - Pubol, 1989) “Yo estaba perdiendo el control de mà mismo, estos espasmos dependÃan de las coincidencias, la suerte y cualquier otra asociación de mi imaginación estrepitosa. Me vestÃa de mujer, blusas de seda de mi propio diseño, gran escote que llenaba con perlas de fantasÃa... Federico era pederasta como es bien sabido y estaba locamente enamorado de mÃâ€, Salvador Dalà Adrián Sapetti: sexovida.com quiso entrevistar a un genio, asà como hicimos con Freud, con Fellini, con Oscar Wilde... Salvador DalÃ: ¡yo soy un genio!, seguro que tú, que eres gente simple, no has leÃdo mi Diario de un genio... AS: ese libro me parece un gran capricho. SD: tu inteligencia no te da para saber que la diferencia entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho dura un poco más. AS: ¿lo de tu mujer Gala también fue un capricho? SD: no te lo permito, Gala es una diosa, el sà y no de mi vida, de mi arte, de mis sueños...Los acontecimientos más importantes que pueden sucederle a un pintor son dos: ser español y llamarse Gala Salvador DalÃ. Ambas cosas me han pasado a mÃ. Como mi propio nombre Salvador lo indica estoy destinado nada menos que a salvar la pintura moderna del caos y la pereza. En catalán Dalà quiere decir “deseo†y “tengo Galaâ€. AS: te crees que eres lo máximo... SD: todas las mañanas cuando despierto experimento un placer supremo: el de ser Salvador DalÃ. Gala y yo encarnamos el mito más fenomenal que puede crear el amor que trasciende a los seres humanos, el genio y la diosa, borrando el vértigo de lo absurdo y proclamando el orgullo y la calidad del género humano... sin Gala yo no serÃa Dalà . AS: pero se decÃa que eras homosexual, que estabas enamorado de... SD: ¡cómo iba a ser homosexual si yo era impotente!... por ese entonces estaba perdiendo el control de mà mismo: me vestÃa de mujer, con blusas de seda de mi propio diseño, gran escote que llenaba con perlas de fantasÃa. AS: toda una dama... SD: no te olvides en que yo a los 6 años querÃa ser cocinera, e insisto en el término femenino. Y no te burles: ¡qué no darÃas por usar una de mis blusas!. AS: usarla no, pero me morirÃa por tener una en la pared y decir: “la pintó DalÃâ€. SD: eres un vulgar exitista, ya te vi en mi Museu Teatre, de mi querida Figueras, muerto de admiración. AS: es cierto, pero que seas un genio que admire no quiere decir que no seas un fanfarrón. Incluso André Breton te tildaba de ambicioso y desesperado por el dinero, te llamó AVIDA DOLLARS, anagrama de Salvador DalÃ. SD: yo estaba solo, con Gala, mis pretendidos amigos surrealistas me detestaban, las galerÃas de arte, dominadas por una falsa vanguardia, me ignoraban... no tenÃamos dinero... estaba amargado por los golpes recibidos, por las humillaciones. Gala me ayudó, nunca se quejó de las rechiflas, de las burlas a un genio como yo... AS: se te acusa de haber sido un payaso enamorado del dólar pero mucho de lo que ganaste lo invertiste en ese Museu Teatre DalÃ: desmesurado, en apariencia anárquico, surrealista, perfectamente daliniano, en tu ciudad natal. SD: yo soy uno de los payasos más eminentes de mi época y a la vez soy anarquista y monarquista, es decir el grado máximo de la heterogeneidad, que es la anarquÃa y el grado máximo de unidad. Por otra parte la diferencia entre Dalà y los surrealistas es que yo soy surrealista. AS: ¿cómo la conociste a Gala? SD: Magritte y Buñuel estaban conmigo en Cadaqués, cuando ella llegó con el poeta Paul Eluard. El nombre Gala no me era ajeno: mi abuelo paterno se llamaba Galo. Ellos eran unos parisinos sofisticados y yo un provinciano. Gala con su aspecto gélido y amargado. Decidà volverla loca del todo. Y loco de remate me convertà en un monstruo roñoso y mal oliente... no pude decirle ni una palabra y me quedé tirado como un perro a sus pies, no tenÃa otra intención más que permanecer asà para siempre. Sus ojos me hacÃan preguntas y pedidos que yo no podÃa comprender a pesar de mi genio intuitivo, yo le besaba los pies rogándole que me demostrara interés... AS: ¿y ella qué hizo? SD: me curó de mis rabias autodestructivas ofreciéndose como holocausto sobre el altar de mi locura, me curó, curó mi impotencia, me reveló a mà mismo, me convenció de mi talento para vivir, no para destruirme a mà mismo... AS: ¿te gusta la música de AndalucÃa? SD: detesto a los “perros andalucesâ€... AS: eres un intolerante, ...incluso con Buñuel le mandaron una carta injuriosa al gran poeta andaluz Juan Ramón Jiménez. SD: tú no conoces lo que es arte, Adrián... con Luis le mandamos una carta a ese “perro andaluz†que era venerado en Madrid. Escucha: “nuestro distinguido amigo, nos creemos en el deber de decirle desinteresadamente que su obra nos repugna, por inmoral, por histérica, por cadavérica, por arbitraria. Especialmente: ¡merde! para su Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado, y para usted por su funesta actuación, también ¡mierda!, sinceramente Buñuel y DalÃ. AS: ¡lamentable!, con razón te echaron de tu casa paterna cuando escribiste en uno de tus cuadros “escupo por placer sobre el rostro de mi madreâ€. SD: hoy me arrepiento, porque amaba a mis padres, pero me gustaba exasperar a mi padre, y hablé largamente de él, que era un próspero e inteligente notario catalán, en mis Confesiones inconfesables, al final él se convirtió de dios Júpiter en un Guillermo Tell: un hombre cuyo éxito depende del heroÃsmo de su hijo... AS: por eso pusiste en tu libro aquella frase de Freud cuando decÃa: quien se revela contra la autoridad paterna y la vence es un héroe. Te quiero decir algo: con Lorca y Buñuel vivÃan en una residencia en Madrid, con el cineasta hicieron dos films memorables: "El perro andaluz" y "La edad de oro", y respecto a Lorca se hablaba de una relación homosexualentre él y vos... SD: eres un chismoso...igual te diré que, como es bien sabido, él era pederasta y estaba locamente enamorado de mÃ, pero yo era virgenhasta la llegada de Gala: era como ese cuadro mÃo del cual tú tienes una vulgar copia: ¡El gran masturbador!. Cuando GarcÃa Lorca querÃa poseerme, yo me negaba con horror. Pero al envejecer, me siento un poco más atraÃdo por los hombres con la condición de que no tengan barba, que parezcan muchachas, con caras angelicales y largos cabellos, en un cuerpo casi femenino ver erguirse la virilidad. Después de la muerte de Federico unà en un cuadro el recuerdo de mis dos amores: mezclé sus nombres en la tela: Gal-CÃa Larca. AS: ¿no estás salpicando su memoria? SD: Federico fue el primero que dijo en un poema que, todo lo que Dios puede desplegar como magnificencia y sublimidad es siempre una especie de salpicadura. En el fondo debo mucho de mis ideas a esta especie de masa confusa, hormigueante e integral que es la poesÃa de GarcÃa Lorca. Yo le he despojado y, como soy levemente fenicio, he especulado mucho con las ideas que él lanzaba de manera confusa, con una generosidad deslumbrante. AS: no entiendo bien qué has hecho con ellas. SD: las he vuelto inteligibles, inteligentes, porque GarcÃa Lorca, como todos los grandes fenómenos poéticos, era muy poco inteligente. Era el fenómeno de la pasión en bruto, muy próximo, por otra parte, al fenómeno folclórico popular. AS: hay una canción que interpreta Paco Ibáñez, "La canción del jinete", sobre un poema de Federico, disco que ilustraste... SD: es cierto, lo hice para festejar la memoria más trágica de España: la de la poesÃa de GarcÃa Lorca, cantada con la música más adecuada, que habrÃa encantado a Federico, con la más española de todas las voces, la de mi amigo Ibáñez. En un cuadro en homenaje de Federico he pintado "las lloronas vestidas de negro", "el niño muerto desnudo" y el "caballo negro", porque es la constante trágica y profética de su propia muerte; Lorca lloró su destino trágico desde el dÃa de su nacimiento.
SD: es el sÃmbolo erótico por excelencia en su poesÃa, el sÃmbolo de la noche andaluza. Por lo demás él comparaba casi siempre al ser femenino con las ancas brillantes de los caballos. AS: ¿qué parte del cuerpo humano te parece más bella? SD: de todas las bellezas del cuerpo humano, son los cojones los que me hacen más efecto, al contemplarlos experimento un entusiasmo metafÃsico. AS: por algo se te acusó de perverso sexual. SD: yo soy el perverso polimorfo del cual hablaba Freud, pero repito que la perversión sublime y el placer más agudo, el que estira mis labios y los retuerce, está en la brusca anulación del deseo, la detención inesperada, el fracaso. Soy avaro de mi esperma como de mi oro y nunca he encontrado un inmenso placer en el orgasmo: lo que busco en él es la visión capaz de producirlo. AS: hablando de Freud: ¿es cierto que tuviste una entrevista con él? SD: es verdad, pero sólo una. En esa ocasión lo dibujé mientras me miraba, celoso de mi genio, con un dedo en la mejilla. Dibujo que has utilizado, sin el debido permiso. AS: sÃ, lo usé para ilustrar un artÃculo sobre Freud en sexovida.com, y que te quede claro que ningún permiso se requiere para utilizar una obra como la tuya que pertenece a la humanidad. SD: no es para menos. AS: eres un provocador, escandaloso, histérico, adiós Salvador DalÃ, catalán, genio que perteneces al mundo, que hoy te reverencia y ama, al ver una y otra vez tus obras... SD: esa fue mi fórmula de vida: hacer que los demás acepten como cosa natural los excesos de mi personalidad y descargarme de mis angustias creando una especie de participación colectiva. Adiós habitantes del JardÃn de las delicias... le has copiado el tÃtulo al cuadro del Bosco, sin decirlo. Adiós, hasta siempre, no dejen de visitarme en mi querida Figueras y en Cadaqués también, pues soy inmortal. NOTAS AL PIE (colaboración de Juan Carrillo, desde Barcelona): Dalà recibió el titulo de marqués de Pubol en 1982 donde reside a partir de entonces en el castillo que habÃa ofrecido a Gala, muerta en 1982. Su vida se extinguió el 23 de enero de 1989 en la "torre-galatea" del castillo de Pubol, donde residió después del incendio de su dormitorio en el cual sufrió graves quemaduras. Reposa en la cripta de su Teatro-Museo de Figueras, su ciudad natal. La cripta es bastante sobria, en un pequeño salón con iluminación indirecta, que puede pasar desapercibida fácilmente. |