disfunciones sexuales por uso de antidepresivos


Antidepresivos y las disfunciones sexuales * (Revisión)


la bañista de Valpinçon, IngresLas disfunciones sexuales debidas al uso de antidepresivos (IMAO –inhibidores de la monoaminooxidasa-, tricíclicos, ISRS –inhibidores selectivos de recaptación de la serotonina-) son relativamente comunes y pueden llevar a la no aceptación (non compliance) del fármaco o a la deserción del tratamiento. Pacientes medicados con diferentes drogas antidepresivas consultan por:


• disminución de la libido (deseo sexual hipoactivo)
• retardo orgásmico (en ambos sexos) o anorgasmia 
• eyaculación retardada 
• disfunción eréctil 
• menor lubricación vaginal
• efectos indirectos o colaterales sobre la vida sexual (aumento de peso, boca seca, irregularidades menstruales, retención urinaria, problemas prostáticos) 


HECHOS A TENER EN CUENTA



  • Se detectan disfunciones sexuales en tratamientos con antidepresivos en un 55% cuando el médico pregunta directamente.
  • Sólo un 5-10% de referencias espontáneas.
  • Un 25% no tolera la irrupción de estos síntomas.
  • Los pacientes no siempre le refieren al profesional la aparición de la disfunción, ni la suspensión de la medicación debido a estos inconvenientes sexuales.
  • Creencia que el depresivo no se preocupa por su sexualidad.
  • Muchos pacientes se quejan de que sus psiquiatras minimizan, que no les preguntan o consideran irrelevante la aparición de disfunciones sexuales con el argumento de que “lo único que importa es resolver el cuadro psiquiátrico”. 


Esto puede empeorar en pacientes con historias previas de disfunciones sexuales y es por eso que los psiquiatras tratantes deberían realizar una cuidadosa historia clínica sexológica antes de establecer el tratamiento.

Si el vínculo es facilitado habría que indagar sobre la libido, lubricación (disminuida marcadamente en las mujeres menopáusicas), la respuesta eréctil y orgásmica/eyaculatoria. También sabemos que disfunciones sexuales debidas a cuadros depresivos o fóbicos mejoran a veces con la medicación correspondiente, de allí que sea necesaria una evaluación del estado sexual previo al uso de los antidepresivos de cualquiera de las series.

Las disfunciones sexuales debidas al uso de antidepresivos (IMAO –inhibidores de la monoaminooxidasa-, tricíclicos, ISRS –inhibidores selectivos de recaptación de la serotonina-) son relativamente comunes y pueden llevar a la no aceptación (non compliance) del fármaco o a la deserción del tratamiento. Pacientes medicados con diferentes drogas antidepresivas consultan por:


• disminución de la libido (deseo sexual hipoactivo)
• retardo orgásmico (en ambos sexos) o anorgasmia
• eyaculación retardada
• disfunción eréctil
• menor lubricación vaginal
• efectos indirectos o colaterales sobre la vida sexual (aumento de peso, boca seca, irregularidades menstruales, retención urinaria, problemas prostáticos)
 


HECHOS A TENER EN CUENTA


• Se detectan disfunciones sexuales en tratamientos con antidepresivos en un 55% cuando el médico pregunta directamente.
• Sólo un 5-10% de referencias espontáneas.
• Un 25% no tolera la irrupción de estos síntomas.
• Los pacientes no siempre le refieren al profesional la aparición de la disfunción, ni la suspensión de la medicación debido a estos inconvenientes sexuales.
• Creencia que el depresivo no se preocupa por su sexualidad.
• Muchos pacientes se quejan de que sus psiquiatras minimizan, que no les preguntan o consideran irrelevante la aparición de disfunciones sexuales con el argumento de que “lo único que importa es resolver el cuadro psiquiátrico”. 


Esto puede empeorar en pacientes con historias previas de disfunciones sexuales y es por eso que los psiquiatras tratantes deberían realizar una cuidadosa historia clínica sexológica antes de establecer el tratamiento.

Si el vínculo es facilitado habría que indagar sobre la libido, lubricación (disminuida marcadamente en las mujeres menopáusicas), la respuesta eréctil y orgásmica/eyaculatoria. También sabemos que disfunciones sexuales debidas a cuadros depresivos o fóbicos mejoran a veces con la medicación correspondiente, de allí que sea necesaria una evaluación del estado sexual previo al uso de los antidepresivos de cualquiera de las series.

Bajo tratamiento con ISRS un 45% de las mujeres experimentaron disfunciones sexuales, por lo que aconsejamos a los profesionales tratantes prestarle especial atención a este problema en la población femenina.

La incidencia de los diferentes antidepresivos en la esfera sexual, especialmente los tricíclicos (imipramina, clomipramina), los inhibidores de recaptación de la serotonina (sertralina, fluoxetina, paroxetina, citalopram) o la venlafaxina, puede disminuirse o evitarse con intervenciones que van desde el suministro de información hasta la reducción de la dosis, el cambio del medicamento con otros antidepresivos que tengan menores efectos secundarios en la respuesta sexual (como agomelatina, mirtazapina, bupropion, trazodone o tal vez la duloxetina), descansar en la toma de medicación por unos días (“drug holidays”), la implementación de una terapia sexual breve o el agregado de distintas medicaciones que neutralicen esos efectos disfuncionales (sildenafil, vardenafilo, tadalafilo, ciproheptadina).

En muchos casos no sería necesaria la suspensión del medicamento que fue eficaz sino tener en cuenta los recursos con los que contamos para disminuir sus efectos secundarios –cuando estos llegaran a aparecer- en la vida erótica.

También contamos con nuevos fármacos como la sulbutiamina en los casos de astenia sexual o con el agregado de suplementos naturales (L-Arginina, ginseng, ginkgo biloba, yohimbina) que mejorarían los síntomas disfuncionales producidos por los antidepresivos.

En pacientes depresivos de ambos sexos, con disfunciones sexuales previas, el uso de un nuevo fármaco como Agomelatina, con un mecanismo de acción original, podría ser una alternativa y abre un campo nuevo y auspicioso en la terapia antidepresiva que tanto ha avanzado en estos tiempos desde la aparición fulgurante de la fluoxetina.

• Agomelatina es una nueva clase de antidepresivo
• Además es útil para regularizar los trastornos del sueño
• Tiene capacidad ansiolítica
• No produciría disfunciones sexuales ni aumento de peso


* Dr. Adrián Sapetti. Médico psiquiatra. Sexólogo clínico. Director del Centro Médico de Sexología y Psiquiatría. Santos Dumont 3454, 3º "20" (1427), Bs. As. Argentina. Teléfonos: (5411) 4555-6865 / (5411) 4552-0389





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