CAUSAS PSICOLÓGICAS DE LAS DISFUNCIONES SEXUALES * PARTE 7 |
CAUSAS PSICOLÓGICAS DE LAS DISFUNCIONES SEXUALES El varón equivocado en el momento equivocado Casanova, Don Juan y seguidores, basaban su éxito en que decÃan o hacÃan todo lo que cada mujer cortejada por ellos querÃa escuchar o recibir: son el paradigma del seductor oportuno en el momento oportuno con la dama oportuna. Cada acción o frase era destinada a halagarlas y en esto eran grandes maestros. En la ribera opuesta de esa exageración enfermiza del donjuanismo, vemos que muchos varones y mujeres caen en lo opuesto: postergan el sexo cuando la pareja lo desea o lo proponen cuando el otro no tiene ganas o está francamente cansado, deserotizado, o directamente deprimido, y esto redunda en reiteradas escenas de fracaso. Tienen un olfato prodigioso para la inoportunidad. Vemos parejas que se van alternando en el supremo arte de frustrarse mutuamente. Algunas situaciones detectadas en Terapias de pareja con problemas sexuales: Él llega cansado del trabajo, le duele la cabeza o está deprimido: entonces ella se pone cariñosa y como él no responde, ella le recrimina: “ves que contigo no se puedeâ€. Otro dÃa llega excitado, con ganas de hacer el amor y de pasar un buen momento con ella, quien lo evita con la excusa de los chicos, la inminente llegada de la suegra o, cuándo no, la célebre migraña o con cefalea. Ella llega con la nueva ropa que ha comprado, se siente linda, cariñosa, le ha ido bien en su trabajo, él la recibe sin mirarla, sigue en lo suyo. Ella se acerca mimosa y él la rechaza sutilmente con la indiferencia mientras por dentro piensa: "hoy no ando bien, a ver si no puedo responder". Otra noche ella vuelve cargada de problemas, no ve la hora de poder descansar y estar con sus hijos, se siente fÃsicamente agobiada. Él esa noche se le acerca y trata de "tocarle directamente donde creÃa que ella querÃa que la tocara". Luego confesará: "de esa manera querÃa demostrarle que querÃa hacer el amor, en realidad suponÃa que me iba a decir que no, pero por lo menos me servÃa de excusa". Sutiles sabotajes Una forma habitual de sabotaje es frustrar al compañero en lo que al otro le gusta, haciendo lo opuesto o algo distinto de lo que él o ella desean. En esto la pareja se trenza en una escalada terrorista de pedidos y negación de los mismos: basta que yo pida A para que él haga B. Con relación al arte supremo de frustrar al otro, cual émulos de la célebre Dora freudiana, logran convertirse en expertos en amargarse la vida: me doy cuenta que si me arruino la velada también se la arruino a él y eso me produce un supremo placer en el momento; después me quedo mal.
Esto se ve con toda claridad en las terapias de los matrimonios no consumados, relación en la que nunca ha habido un coito con penetración. Durante años estarán luchando arduamente, cuando en realidad el deseo inconsciente en ella es no ser penetrada y en él de no penetrarla complementando asà el reforzamiento de la fobia mutua. Carlos y Cecilia, tienen más de 30 y hace 7 años que están casados; ambos son vÃrgenes y ella lo culpa a él porque "nunca tiene buenas erecciones y jamás logró eyacular delante de mÃ". Cecilia no desea venir a las sesiones terapéuticas arguyendo que el problema es sólo de Carlos. Se decide comenzar el tratamiento con él a lo que ella accede sin inconvenientes. A la cuarta entrevista él refiere que, "gracias a la terapia y la medicación puede mantener la erección". Luego de esa sesión Carlos llama por teléfono diciendo que pudo lograr una eyaculación delante de su mujer pero que estaba "brotada y que insultaba y gritaba". Cecilia tuvo que ser internada en una clÃnica psiquiátrica confesando luego que habÃa ocultado que anteriormente habÃa sido internada -el marido no lo sabÃa- por ser "una personalidad borderline". Cuando es externada, bajo medicación, se pone como condición excluyente que ambos concurran a la Terapia Sexual. Luego de dos meses de tratamiento, donde se develaron los conflictos subyacentes en ambos con relación a la penetración y el temor a tener hijos, pudieron consumar. "Jamás pensé que podrÃamos lograrlo... creÃa que siempre iba a ser virgen". Ambos continuaron con psicoterapia individual con distintos terapeutas. Por todo ello siempre pensamos que no importa que uno de los dos sea el que comenzó con un problema sexual sino que debemos ver la interacción de esa pareja: hacer el diagnóstico vincular, situacional (el aquà y ahora en que se encuentran), los motivos que pudieran tener para sostener el sÃntoma compartido. Alicia, 46, investigadora: con la terapia ahora comprendÃ, cuando mi marido mejoró usando el Viagra, que yo me negaba a que lo tomara porque me resultaba más seguro tener un marido impotente: de esa manera él no me buscarÃa para hacer el amor y, además, no me iba a dejar: quién lo iba a aguantar sin erecciones; cuando las empezó a tener pensé que iba a salir corriendo atrás de cuanta mujer pasara a su lado; ahora me doy cuenta que él me quiere y desea hacerlo conmigo y entiendo que tengo que cambiar mi posición de fobia al sexo. Saúl, 38, arquitecto: si la tenÃa convencida que ella era poco atractiva y nada seductora, además de que era lenta, yo ocultaba mis propias inseguridades y no iba a tener ningún rival, algo asà como debilita y reinarás. No me daba cuenta que, como dice Ud., al denigrarla me denigraba a mà mismo y no disfrutaba ni ella ni yo. Camilo, 36, contador: soy un eyaculador precoz y mi mujer no llega al orgasmo. Ella, que no tuvo otro hombre en su vida, estaba convencida de que el problema era ella por frÃgida y lenta. De esa manera yo venÃa tapando la situación; hasta que ella escuchó un sexólogo por la radio, luego se compró un libro, me encaró y terminó pidiendo la consulta, incluso me querÃa acompañar; tal vez me haya ayudado... Una de las funciones del Sexólogo clÃnico es ir descubriendo las múltiples situaciones que se tejen entra las parejas y que producen sÃntomas sexuales. Si bien sabemos que variadas condiciones médicas son causa de disfunciones eréctiles o del deseo, incluso asà se producen disturbios en los vÃnculos; casi podrÃamos decir que aún el más orgánico de los sÃntomas en el área sexual tiene su impacto en la relación de las parejas, en lo psicológico y emocional, y estos factores no debemos descuidarlos. Luego de ir develándolos habrá que despejar el camino de malezas y espinillos, para que resurjan las flores y la pareja vuelva, o comience, a disfrutar de su vida amorosa, del sexo, de los afectos, del erotismo y la sensualidad. REFERENCIAS BIBLIOGRÃFICAS • Dr. Adrián Sapetti. Psiquiatra. Sexólogo clÃnico. Director del Centro Médico Sexológico. International Member of the American Psychiatric Association (APA). Ex-Presidente y actual Tesorero de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH). Miembro de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP) y de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA). Miembro titular de la Academia Internacional de SexologÃa Médica (AISM). Santos Dumont 3454, 3ro “20†(1427) Capital Federal - Argentina Tel.: 4552-0389/ Telefax: 4555-6865 E-mail: asapetti@websail.com.ar Website: www.sexovida.com www.mujervital.com.ar |