El orgasmo (Parte II) | |
La eyaculación
La clÃnica nos muestra que es posible para el varón alcanzar su eyaculación sin una percepción placentera e incluso sin erección. Esto se ve muy particularmente en los eyaculadores precoces, quienes sin mediar manipulación ni estimulación del pene y aún estando éste en estado de flaccidez, perciben, casi con sorpresa, que han eyaculado. Un paciente nuestro nos contaba que "apenas ella me acarició las solapas del saco terminé"; otro relataba que cuando iba con su novia a un hotel apenas entraba: "eyaculaba en mis calzoncillos sorpresivamente y casi sin darme cuenta". Estos casos muestran dramáticamente cómo no se daban ni erección ni una vivencia placentera orgásmica. En el caso de los operados de próstata, dado que se ha destruido el esfÃnter uretral, el semen va hacia la vejiga y posteriormente sale con la micción. En el caso de algunos medicamentos que producen un mal funcionamiento del esfÃnter (como en el caso de la Tioridazina, que es un psicofármaco) también se produce una emisión hacia la vejiga. Estos dos ejemplos caracterizan lo que se da en llamar "eyaculación retrógrada" y que no presentan emisión externa evidente del semen.
Es perfectamente normal que el semen coagule una vez producida la eyaculación y -efectivamente- es el mismo proceso que ocurre en las gelatinas alimenticias, que consiste en una coagulación de las proteÃnas. Esto no requiere ningún tratamiento. Las gotas que aparecen en esta fase de excitación no es eyaculación y son producidas por las glándulas de Cowper; sirven para lubricar y limpiar el tracto uretral y favorecer, durante la posterior eyaculación, el paso del semen. Pero ¡cuidado! que en estas "gotitas pegajosas" puede haber espermatozoides.
Esto está relacionado con los ciclos fisiológicos del dormir, llamados REM (rapid eyes movement): en esta etapa, que se repite varias veces por noche, hay intensos cambios fisiológicos a nivel corporal, y a nivel genital suelen aparecer erecciones en el varón (que no tienen que ver con las ganas de orinar ni con que se calientan los riñones) y lubricación en la mujer. Asimismo, en ocasiones puede sobrevenir un orgasmo, que en el caso del varón se denomina polución nocturna, debido a que el semen ensucia las sábanas o sus prendas interiores. En cuanto a la eyaculación precoz se ha descripto en esta página en un artÃculo de la sección SexologÃa ClÃnica y otro muy completo del licenciado Moltedo Perfetti, en la sección Para Colegas. ¿Orgasmo vaginal ó clitoridiano?
En primer lugar, debemos afirmar que la respuesta orgásmica es una sola, aun cuando los estÃmulos pueden recibirse a través de distintas zonas del cuerpo, o con la fantasÃa. Hay mujeres que tienen orgasmos por estimulación de los pezones, y a nadie se le ocurrirÃa hablar de "orgasmo mamario"; otras, por caricias del Monte de Venus. Están aquellas que constituyen el grueso de la población femenina que terminan si son estimuladas en la zona del clÃtoris y de los labios menores. Aproximadamente sólo un 35% de la población femenina llega al orgasmo exclusivamente por penetración, con la aclaración de que siempre la estimulación directa o indirecta del clÃtoris participa en esta respuesta. Dicho de otra manera: en todo orgasmo femenino intervienen tanto la vagina como la zona clitoridiana; por lo tanto, los criterios emanados del psicoanálisis sobre la presunta madurez del orgasmo logrado por penetración, ya no se pueden sostener. Actualmente se considera normal tener orgasmo, con independencia de la vÃa de estimulación a la que esa mujer y su pareja recurran. El orgasmo y el ser mujer
En el primer caso podrÃamos responder desde dos vertientes. Una que tiene que ver con la sensación de mayor plenitud y completud en la mujer luego de tener un hijo. La segunda podrÃa deberse al hecho, descripto por Mary J. Sherfey, que después del parto la zona pelviana y vulvar se congestionan y vascularizan con mayor facilidad, lo cual quizá permita una mejor capacidad de respuesta orgásmica, tanto en calidad como en cantidad. Muchas mujeres nos refieren que luego de haber tenido el primer hijo experimentaron por primera vez en su vida el orgasmo. También puede ser cierto lo contrario: que a consecuencia de la denominada depresión postparto muchas mujeres refieren que pierden interés por el sexo y por otras cosas de su vida. La depresión puerperal habitualmente evoluciona favorablemente. En el caso de la esposa de Fabián podrÃamos explicar el hecho por el efecto traumático que le puede haber causado la cesárea y no por la cicatriz que quedó a nivel del útero. Lo que sà serÃa aconsejable en este caso es consultar a un ginecólogo para la adopción de un buen método anticonceptivo, hasta que decidan tener un nuevo hijo.
La mujer puede fingir perfectamente el clÃmax, y esto es un hecho que el hombre no puede reconocer como falso; más aún: cuando la mujer le confiesa esta actitud, él no le cree, porque esto atenta contra su autoestima. ¡Cómo es posible que él no haya logrado con su pene el gran orgasmo de la mujer! Nosotros creemos que el fingimiento del orgasmo en la mujer le impide, de hecho, disfrutar, sentir y eventualmente llegar a un verdadero orgasmo. Esta mentira forzada está hablando de un cierto problema en el vÃnculo de esa pareja, ya que no existe la confianza y la comprensión suficientes para poder hablar estos y otros aspectos de la sexualidad. Entendemos que la mejor pareja sexual es aquella en la cual la mujer puede dialogar con su compañero de las cosas que necesita para sentirse estimulada.
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