Algunas prevenciones sobre el uso del Viagra* |
He escuchado, en boca de pacientes o en grupos de adolescentes, y leÃdo en distintos medios, sobre un uso frÃvolo o recreativo del Viagra entre jóvenes, en “bolichesâ€,â€raves†o “discosâ€, combinado con alcohol, sustancias como la cocaÃna, el éxtasis o el “poperâ€. Con el alcohol no hay una verdadera contraindicación sino una prevención: las bebidas alcohólicas tienden a bajar la presión arterial y eso puede verse potenciado por el uso conjunto con este medicamento. O sea que tomar sildenafil estando alcoholizado, parecerá muy divertido, fashion, o a la mode, pero puede presentar complicaciones. El “poperâ€, que se inhala, es básicamente nitrito de amilo (el famoso “lanzaperfume†de antaño) que por sà mismo puede marear y producir hipotensión con desmayos. El Viagra está contraindicado con los nitritos y nitratos (medicamentos que se usan como vasodilatadores coronarios), por lo tanto, les cuento, queridos jóvenes, que con el uso conjunto con el “poperâ€, CORREN SERIOS RIESGOS para su salud, y no es sólo una declaración “caretaâ€, no es sólo una prevención ética, sino con criterio de evitar desmayos, lipotimias y estados de shocks. El Viagra habrÃa que usarlo con precaución con el cisapride, la cimetidina, la eritromicina y antibióticos macrólidos (eritromicina, claritromicina), con astemizol y algunos antimicóticos (ketoconazol, itraconazol), inhibidores de la proteasa (usados contra el HIV), algunos antidepresivos (fluvoxamina y nefazodone) por lo que en pacientes polimedicados siempre hay que tener precauciones, pero esto no es privativo del sildenafil sino de todos los fármacos: hoy en Medicina se da mucha importancia a las interacciones medicamentosas, incluso con hierbas como el antidepresivo hipérico o la yohimbina y hasta con el jugo de pomelo que inhibe un citocromo del hÃgado, por lo que toda prescripción tiene que estar en mano de los médicos. Con el uso conjunto de cocaÃna, éxtasis o anfetaminas –ya aisladamente se corren riesgos puesto que esas drogas son neurotóxicas o cardiotóxicas- y el Viagra, me parece un verdadero uso descabellado de un fármaco, efectivo y seguro cuando es de venta bajo receta por indicación médica. Creo que muchos jóvenes han caÃdo bajo las redes de la ansiedad por el rendimiento, por “no poder fallar estando borrachos o falopeados†(palabras textuales de un paciente) lo que los lleva a tomar posiciones peligrosas para su salud. Otra cosa con la que quisiera alertar a la población en general es uno de los mitos que dice que “con el Viagra no hay necesidad de hacer estudios complementarios ni consultas médicasâ€. Esto es totalmente falso. En absoluto excluye, para el diagnóstico de la disfunción eréctil (impotencia) -de acuerdo al criterio del médico, al cuadro clÃnico y psicológico- el pedido de análisis de sangre ni los estudios especÃficos o los que amerite cada caso según existan o no factores de riesgo cardiovascular: ergometrÃas, radiografÃas de tórax (en fumadores crónicos, p. ej.), estudios prostáticos, controles de presión arterial (puedo asegurar que he detectado hipertensión arterial, diabetes, o colesterol alto, problemas hormonales o cardÃacos en pacientes que ni sabÃan que los padecÃan o en otros que, habiendo tenido registros previos, se hacÃan los desentendidos) y exámenes clÃnicos. Puedo decir que, muchas veces la disfunción eréctil, es un predictor, un marcador de otra patologÃa de base (que muchos casos puede ser también una depresión). En algunos cuadros psicológicos se pueden hacer tests. Estos cuidados no son por el uso del Viagra sino porque es hacer mala medicina prescribir sólo por el sÃntoma y descuidar los desajustes que muchos pacientes con impotencia padecen. Es importante corregir los factores de riesgo para mejorar la calidad de vida tanto como para que el sildenafil sea más efectivo, como lo demostramos en un trabajo presentado en el congreso de PsiquiatrÃa de Chicago 2000: en aquellos pacientes que no tenÃan ningún factor de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, diabetes, sedentarismo, obesidad, tabaquismo, alcoholismo y abuso de sustancias, lÃpidos altos en la sangre) la respuesta era casi del 100%, en aquellos que tenÃan 1 factor de riesgo la respuesta al sildenafil descendÃa al 85.7% y en los que tenÃan 2 ó más bajaba al 78.9%, lo que aconseja la reducción de los mismos por ambos motivos: mejora de la calidad de vida y de la respuesta erectiva con el sildenafil. No me canso de repetir que muchos pacientes que se acercaron al consultorio procurando el uso del Viagra pudieron, posteriormente, hacerse cargo del descuido en que habÃan caÃdo: son aquellos grandes fumadores o bebedores, con vida sedentaria y estrés, con diabetes y colesterol fuera de control, con sÃntomas circulatorios que, aunque parezca extraño, jamás hubieran consultado por esas situaciones pero sà por la impotencia: luego en las consultas sexológicas pudieron rever la situación. Cuando se consulta a un médico –y puede ser en un Hospital o en un Centro de salud, o en una Obra Social- creo que se está actuando correctamente: cuidar a los pacientes es también cuidarse, como no lo es cuando se vende un remedio (incluso psicofármacos) sin la prescripción médica. El Viagra (citrato de sildenafil) es un medicamento para una condición médica como la disfunción sexual eréctil -que también pueden padecer jóvenes-, que cambió la historia de la FarmacologÃa, la SexologÃa y la Medicina, marcando un camino (que ahora continuarán nuevos fármacos como el tadalafilo o el vardenafil) del cual no se volverá: el hecho de conocer el mecanismo Ãntimo de la erección y la acción especÃfica del fármaco en el lugar especÃfico, augura a los varones que no descuiden otros factores indispensables del erotismo -que no pasa sólo por las pastillas ni por sus partes genitales o por el falo erecto- una larga y satisfactoria vida sexual. * DR. ADRIÃN SAPETTI, médico psiquiatra, psicoterapeuta, sexólogo clÃnico, Presidente de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana, autor del libro “El sexo y el varón de hoyâ€; director del Centro Médico Sexológico, Bs. As., Argentina. Nota del editor: como lectura complementaria se aconsejan los artÃculos alojados en la sección El Viagra. |