Pessoa, el amor romántico y los talleres del alma |
PESSOA, EL AMOR ROMÃNTICO Y LOS TALLERES DEL ALMA Pessoa (1888-1935) caminando en Lisboa
“Todo hombre de hoy, en quien la estatura moral y el relieve intelectual no sean los de un pigmeo o un rústico, ama, cuando ama, con amor romántico. El amor romántico es un producto extremo de siglos sobre siglos de influencia cristiana; y tanto en lo que respecta a su sustancia como en lo que respecta a la secuencia de su desarrollo, puede darse a conocer, inadvertidamente, como si fuera una vestimenta o traje que el alma o la imaginación fabrican para cubrir con él a las criaturas que pudieran aparecer y que el espÃritu estime apropiadas. Pero, al igual que una vestimenta, el amor romántico tampoco es eterno; dura todo lo que dura y luego, bajo el ropaje del ideal que nos formamos y que se deshilacha, surge el cuerpo real del personaje que habÃamos cubierto con él. Francesco Hayez, “Romeo y Julietaâ€
El amor romántico, por ello, es un camino de desilusión. Sólo no lo es cuando la desilusión, aceptada desde el principio, decide variar de ideal constantemente; entonces, en los talleres del alma, produce nuevas vestimentas, con las que permanentemente pueda renovarse el aspecto de la persona por ellos vestida. Fernando Pessoa (1888-1935), como Bernardo Soares (“Livro do desassossegoâ€, texto extraÃdo de la traducción de Santiago Kovadloff, editada por EMECÉ). |