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JEAN GENET: “¿PROFETA O MÁRTIR?”


JEAN GENET “¿Profeta o mártir?”

 

"Tengo una sensación de otoño, de heridas mortales, y he sido vencido, totalmente vencido, y mis pensamientos son tristes".

Texto del film de Rainer W. Fassbinder, “Querelle” (1982), adaptado de Jean Genet, y que bien refleja tanto al director alemán como al escritor francés.

 


“Querelle de Brest”, dibujo de Jean Cocteau.

 

 
Toulouse Lautrec - Jean Genet, novelista, dramaturgo (recordemos “Las criadas”,
“El balcón”, que fueron puestas varias veces por directores argentinos) y poeta francés, nació en París, el 9 de diciembre de 1910, murió también en París el 15 de abril de 1986. Hijo de padre desconocido, su madre era una prostituta que lo entregó a la asistencia pública que lo mantuvo hasta los ocho años. La sexualidad descarnada siempre se vio reflejada en sus obras.

"...Internado de asistencia pública, me resultó imposible conocer más de mis orígenes. Al cumplir 21 años, conseguí una partida de nacimiento. Mi madre se llamaba Gabrielle Genet. Mi padre sigue siendo un desconocido. Yo había venido al mundo en la calle Assas. El Nº 22 estaba ocupado por una Maternidad. Se negaron a darme información. Me criaron unos campesinos"; dice Genet de su infancia.
A estos campesinos los hizo víctimas de sus primeros robos. Acusado por eso, a la edad de diez años, Genet se convirtió en un auténtico ladrón, pasó su adolescencia en prisiones juveniles y acabó prostituyéndose más tarde. En 1943 fue condenado a cadena perpetua y en la cárcel comenzó a escribir.
“Abandonado por mi familia me parecía ya natural agravar este hecho mediante mi amor por los muchachos y por el robo, el robo mediante el crimen o la complacencia en el crimen. De este modo rechacé deliberadamente un mundo que me había rechazado."
 

 

En 1949, gracias al apoyo de Cocteau y otros intelectuales como Jean-Paul Sartre, obtiene el indulto.


“Mi prisión bien amada en tu inestable sombra
Descubrió mi mirada por descuido un secreto.
Tuve sueños que el mundo ignoraba
Donde se ahoga el espanto.
Tus lóbregos pasillos son meandros del alma
Y su masa de sueño organiza en silencio
Un ingenio que tiene del verso el parecido
Y el exacto rigor.
Tu noche hace fluir de mi ojo y mi sien
Una tinta tan densa que de ella hará surgir
Estrellas floreadas como se ve de golpe
La pluma que humedezco.
Avanzo en un líquido negro donde complots
Informes al principio lentamente se fijan.
¿Qué auxilio pediré? Mis gestos se fatigan
y son bellos mis gritos.
…
Y palidecen de vergüenza al leer el poema
Que graba el muchachito de criminales gestos
Pero nunca sabrán los lazos primigenios
De mi pasión sombría”.

Jean Genet, “Marcha fúnebre”.

 

Toulouse Lautrec - Dice Sartre: en “San Genet, profeta o mártir": "Un niño expósito da prueba de sus malos instintos desde su más tierna edad, roba
a los pobres campesinos que lo han adoptado. Lo reprenden e insiste, se evade de la penitenciaría para niños en la que han tenido que detenerlo, roba y saquea cada vez más y, por añadidura se prostituye.

Vive en la miseria, de la mendicidad, de los hurtos, acostándose
con todos y traicionando a todos, pero nada puede desalentarlo, es el momento que elige para dedicarse deliberadamente al mal;
decide que hará lo peor en todas las circunstancias y, como se ha dado cuenta que la mayor fechoría no era obrar mal, sino poner de manifiesto el mal, escribe en la cárcel obras abominables que hacen la apología del crimen y caen bajo el peso de la ley".

Homosexual declarado y militante, en 1964, Genet queda deprimido por el suicidio de su amante Abdallah Bentaga. Toma la decisión de renunciar a la literatura y abandona Francia. Genet apoyará las causas de los desheredados y de los marginales y las minorías: a las Panteras Negras en los EEUU, adonde viaja en 1969 para hacer campaña a favor de la liberación de sus presos, y visitará luego a los palestinos, conviviendo con sus refugiados y guerrilleros en Jordania y el Líbano entre 1970 y 1972.
 

 

“A la vuelta de Beirut, en el aeropuerto de Damasco, encontré jóvenes fedayines escapados del infierno israelí. Tenían 16 o 17 años, reían, eran iguales a los de las montañas de Ashlum. Morirán igual que ellos. El combate por un país puede llenar una vida muy rica, pero corta. Es la elección, recuerden, de Aquiles en La Ilíada”.

Jean Genet, Cuatro horas en Chatila.

“La sociedad tal como ustedes la conciben, yo la odio. Y siempre la odié, y la vomité… desde que encontré en la literatura un escape, ese odio tomó otra forma, menos personal…de un rencor nace una idea y esa idea se torna a medida que avanzo dentro de mi obra, más serena, más indestructible.

Yo lo sé, doy testimonio: el orden social no se mantiene sino al precio de una infernal maldición que aflige a los seres dentro de los cuales los más viles, los más nulos están próximos de mí. Para siempre yo me hice intérprete de los despojos humanos, de los residuos que pudren nuestras prisiones, debajo de los puentes, en el fondo de la fétida pudrición de las ciudades”.
Jean Genet está enterrado en el antiguo cementerio español de Laranche, en una austera tumba frente al océano Atlántico.