Los swingers (Parte V) | ||
Infidelidad, genética y realismo * (Swinger: el que oscila, que cambia o se balancea de un lugar a otro, derivado de to swing: balancearse, oscilar) Un estudio reciente sobre el comportamiento femenino -entre otros temas- realizado en Inglaterra por un conocido instituto cientÃfico, reveló que, en un porcentaje de mujeres, la infidelidad tendrÃa causas genéticas, es decir, habrÃa una predisposición natural para relacionarse con más de un hombre sexualmente. Este informe, sin duda revelador, no hace más que sumar argumentos a nuestro punto de vista sobre la tendencia natural a la diversidad sexual en los seres humanos. Muchas veces, reflexionando sobre nuestra práctica, pensé en cómo esas mujeres que hoy son swingers y demuestran una capacidad para el sexo tan amplia pudieron, durante tanto tiempo, ser sexualmente monógamas. Sé también que la mayorÃa de ellas nunca volverá a ser como antes del swinger, su noción del sexo se amplió tanto que no podrán estabilizar una relación donde se imponga la exclusividad sexual, es decir, el sexo sólo con su pareja. Y si asà fuera, el riesgo de infidelidad serÃa superior a la media social.
El swinger muestra claramente cómo funciona una mujer liberada de la carga de la exclusividad sexual, cómo aumenta su potencial y se advierten cambios en su personalidad. Con la sola idea de que un porcentaje de mujeres son -por rasgos genéticos- proclives a alternar con más de un hombre en el mismo registro de tiempo, alcanza para dar por tierra con el concepto de fidelidad como algo natural.
* Daniel Bracamonte editor@entrenos.com.ar |